martes, 9 de febrero de 2010

8 meses y un dia

Me gustaría poder escribir todo lo que he sentido en estos ocho meses y un dia. Pero no soy capaz. No puedo expresar lo mal que lo pasé ese primer mes y medio, las ganas terribles de llorar que tenía siempre y la ansiedad que sentia cuando se acercaba la noche. Todo el mundo decía que eso pasaba y que lo olvidaría. Efectivamente pasa, pero muy lentamente. Olvidarse... todavía no.

Todo era mas llevadero cuando la miraba y me sonreia, eso hacía que todo cobrara sentido. Aún hoy es así, es sonreirme por las mañanas y la vida cambia. Siempre me ha gustado mucho darle de mamar, creo que ver su cara desde esa perspectiva es algo que nadie va a tener nunca, que solo me pertenece a mi. Ya no lo hago porque ella no quiere, y lo echo de menos.

Hay momentos que me gustaría congelar en mi memoria: cuando se despierta y juega conmigo en la cama, cuando se sienta jugando y me mira con cara de felicidad, cuando quiere coger su bibe, cuando dice mamamama o papapapa, cuando coge ella sola su chupete y se lo pone, cuando sonrie sin abrir la boca porque no quiere enseñarnos sus dientes (bueno, su medio diente y su diente saliente), cuando se rie a carcajadas si le besas la barriga, cuando posa para hacerle las fotos...

Hoy le he hecho una foto y he pensado en colgarla, pero me da un poco de reparo. Tengo un dilema moral con eso de subir fotos de menores, aunque sea mi hija. Dejadme que lo piense, aunque sé que lo haré porque os lo mereceis y porque espero que a ella le haga ilusión cuando sea mayor.